Desde luego las máquinas expendedoras siempre dan mucho juego como ya vimos con la máquina de la felicidad, y puede que la campaña Dirty water no sea la más original, pero valoramos que Unicef decidiera dejar de lado la comunicación que apela a la sensibilidad del público y apostar por un tono más humorístico y sarcástico con el fin de atraer al público a colaborar en esta causa.
mayo 28, 2010
Agua con sabor a malaria
Publicado por
Diego Feijoo
Desde luego las máquinas expendedoras siempre dan mucho juego como ya vimos con la máquina de la felicidad, y puede que la campaña Dirty water no sea la más original, pero valoramos que Unicef decidiera dejar de lado la comunicación que apela a la sensibilidad del público y apostar por un tono más humorístico y sarcástico con el fin de atraer al público a colaborar en esta causa.
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