diciembre 16, 2010

Mi "marca" es un tatuaje



Siento empezar un post como si fuera un monólogo del Club de la Comedia, pero:

Tengo un amigo que... hace un par de semanas sorprendió a propios y extraños al aparecer, sin previo aviso, con un logo tatuado en el brazo. Si esto no es interactuación... que venga Dios y lo vea (esta frase, lo siento, es un chiste interno de ///MV)

No es el primer caso de advertatoo que conozco (una muestra y otra), pero sí el primero que veo en vivo y en una persona a la que valoro y respeto intelectualmente.


Dejaremos de lado el hecho de que una marca del sector Moda tiene un impacto sobre la personalidad de su portador mayor si cabe que en alimentación, por poner un ejemplo, pero aún así resulta muy sorprendente que un logo (el nombre de una persona marquificado, más bien) pueda sentirse como algo propio al punto de decidir unirte a él para el resto de tu vida.

Reflexionando un rato sobre ello he recordado al que se tatuó una MJ el verano pasado (ejemplo cercano también), a quien lleva un conejito de Playboy en la ingle, o un Piolín en la espalda, por citar sólo un par de ejemplos.

Cuando los valores de tu marca se hacen más poderosos que tú mismo, dejas de tener el control sobre ellos para que pase a manos del consumidor / espectador / público /comprador y eso... ¡qué cosas! se parece mucho al marketing 2.0.

Entonces, ¿la "casa YSL" (nótese el término) debe darle una línea de crédito a mi amigo... o denunciarle por uso indebido de marca?


Por Aarón Navia

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