Antes de entrar en materia tendremos que definir qué es un MUPI y cuales son sus diferencias con el OPI, ya que a menudo se los confunde y utiliza como sinónimos. En este post hablaremos de ambos y de su utilización como soportes de publicidad interactiva, ya que desde Marketingvivo nos preguntamos hasta qué punto un soporte publicitario pensado para ser observado a una cierta distancia puede funcionar en las distancias cortas.
MUPI: Mobiliario Urbano para la Presentación de Información. Es decir el kiosco, la marquesina del bus, el contenedor de reciclaje, son mupis; y opis son los Objetos Publicitarios Iluminados, es decir los soportes urbanos creados específicamente para contener publicidad.
Pongamos por caso un mupi en una parada de autobús en la Gran Vía madrileña, por supuesto que toda la gente que pasa a pie por allí verá el anuncio pero el grueso de su objetivo se encuentra en los seis carriles de coches que circulan al lado. Para ellos se ha elegido el tamaño de la imagen y la tipografía y para ellos se ha elegido un claim o slogan comprensible en los pocos segundos que el conductor le dedicará. De hecho, ese tamaño hace que en ocasiones estos anuncios resulten algo agresivos para el transeúnte que se enfrenta a ellos en proporción 1:1.
Entonces, si esto es así… ¿qué pinta la interactividad en todo esto? Necesariamente una acción interactiva necesita el cuerpo a cuerpo para funcionar, entonces su radio de acción se reduce radicalmente para quedarse en apenas un par de metros pero, si recuperamos la idea anterior de las proporciones, es perfectamente factible que la gente esté pasando delante sin enterarse de las posibilidades interactivas de ese mupi. Mientras que quienes estén situados a cierta distancia verán un anuncio poco atractivo porque necesitarían acercarse para entenderlo, perdiéndose también la interactividad. Veamos algunos ejemplos concretos.
En esta campaña desarrollada por Stijn Janse y Menno Buyl para Aquarius el mupi escanea tu huella dactilar y envía la señal a una máquina expendedora. Si recorres la distancia entre uno y otra en menos de diez minutos tendrás un refresco gratis. Han intentado subsanar el problema de las proporciones pintando dos enormes líneas blancas en el suelo para marcar una parada al peatón pero aún así exigirle que modifique su ruta para conseguir un refresco supone mucho optimismo. Es cierto que simplemente el que quien pase por allí sepa que eso existe, independientemente de que participe o no, supone un impacto publicitario pero ¿de verdad aporta algo que no aportaría una buena campaña gráfica?
Aquí tenemos una campaña de Domocc para FIAT. Recuperan el juego de los ’70 “Simon”. Al pulsar el botón central se activa una partida basada en memoria y agilidad sobre cuatro colores básicos. Muy buena la opción de incluir sonido para que el transeúnte perciba que “algo diferente” está pasando.
En esta ocasión tenemos todo un ordenador táctil en el mupi. Al tocar la pantalla se descorre un telón virtual que nos da acceso a un menú desde el que descargar a nuestro móvil vía bluetooth video, audio o juegos. Es una buena idea que te puedas “llevar el anuncio” contigo para compartirlo con otros o disfrutarlo cuando quieras. La queja, por el mismo camino que las demás. La interactuación está basada en el tú a tú pero este tipo de acciones es un tú a tú más los demás y no todo el mundo estará dispuesto a que otros le miren hacer algo que puede hacer en su casa, sentado cómodamente en la intimidad de su propio ordenador.
Si en “Las Modelos” (Cover girl, 1944) Rita Hayworth luchaba por ser la portada de un número especial de la revista Vanity, hoy por hoy en Holanda cualquiera puede ser portada de VIVA en su 35 aniversario gracias a esta campaña de Selmore. De nuevo es estupendo que las fotos que la gente se haga continúen su vida por sí solas.
Para terminar, una reflexión más. El branded entertainment se mueve en una línea difusa que pretende evitar el hartazgo de los consumidores en una sociedad saturada de publicidad. La interactividad es un arma poderosa pero debe aportar cosas nuevas. ¿Por qué a la gente le va a apetecer involucrarse en una campaña, exponiéndose públicamente si no se le ofrece nada verdaderamente atractivo? Especialmente en España, donde el sentido del ridículo forma parte del ADN.
Mupis y opis son objetos publicitarios, su propio nombre lo indica, y como tales son percibidos por los consumidores. Cuando hablamos de branded entertainment hablamos de verdad de entretener y en ese camino afianzar a la marca, no simplemente de mejorar la publicidad convencional con las nuevas tecnologías, que qué menos.
Se agradecen comentarios.
2 comentarios:
Hola, hace tiempo que llevo pensando en como mejorar los impactos de los Mupi, corrientes, pero me surge una duda, esto por ejemplo de utilizar el bluetooth en los Mupi, es algo que se pueda patentar o este ya patentado y haya que pagar una licencia por su uso?
Gracias de antemano. Guardo en favoritos el Blog.
Atentamente Adrian Navarro
No debes pagar ninguna patente a nadie por usar bluetooth.
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