mayo 16, 2008

LA ILUSIÓN DE UNA PROFESIÓN

Al parecer, ser rubio implica querer ser moreno, ser bajo implica querer ser alto y ciertas profesiones emanan un glamour tan especial que formar parte de ellas durante cinco minutos supone un regalo con el que juegan las marcas. Dedicaremos este post a comentar diferentes campañas que se han o están desarrollando recientemente bajo esta premisa.

La primera campaña que llegó a nuestros feeds fue una desarrollada en co-branding por Foster’s Hollywood y Pepsi pero después ha parecido abrirse la veda. La promoción en cuestión se llama “Una cara de cine” y ha sido desarrollada por CP Proximity en España. La idea es bastante sencilla: por un consumo mínimo en estos restaurantes te dan un código de participación que, bien vía SMS bien vía web, puedes convertir en números para el sorteo de cinco plazas en el casting de una película española. Además, la persona con mayor número de códigos accederá a la audición directamente y uno de ellos será necesariamente elegido para formar parte de la película.

Desde el punto de vista de la publicidad interactiva hay destacar antes de nada la trampa que suponen este tipo de campañas. Efectivamente habrá finalmente un cliente de Foster’s que será protagonista absoluto pero eso no es interactividad; generará simultáneamente cientos de clientes frustrados por no haber conseguido nada, obviamente no van a dejar de consumir en el restaurante pero siempre es más interesante hacer partícipe al mayor número de gente posible de forma directa (el protagonista) o indirecta (sus amigos y familiares). Por otro lado lo verdaderamente importante, y algo que en Marketingvivo intentamos evitar, es la banalización de una profesión. Al parecer existen dos formas de ser actor: puedes estudiar una carrera y comerte cientos de castings para, a lo mejor, conseguir un papelito de vez en cuando o puedes enviar un SMS. Por cierto, ¿La persona seleccionada cobrará el convenio que tanto trabajo cuesta a los actores hacer respetar o trabajará gratis para alegría de los productores? ¿Se le dará de alta en el Régimen de Artistas y Toreros de la S.S.?

La misma idea prácticamente pero con un desarrollo mucho más fiel a la realidad de que no cualquiera está capacitado para actuar la está llevando a cabo Atrápalo con un pack de viaje a Noruega que incluye participar como extra en la coproducción hispano-noruega “Frost” con Aitana Sánchez Gijón, Tristán Ulloa y Bibi Andersson (la de Bergman, no la nuestra). Por sólo 1083€ uno puede salir de refilón en la película y cenar una noche con el equipo técnico (sic).

Para todos los lectores del mundo de la publicidad que están pensando ahora mismo en que exageramos en nuestra defensa de los actores va la guinda que me estaba reservando. Emporio Arman Parfums tiene en estos momentos en marcha una campaña para Get Togehter, sus perfumes de hombre y mujer que se publicita así: ¿Quieres ser el director publicitario de Emporio Armani? Y no, no se trata de una oferta laboral sino de un concurso en el que cualquiera puede ser el creativo (por más que usen la expresión “director publicitario”) de la próxima campaña de los perfumes. En una web han colgado un brief simplificado para que cualquier español, italiano, alemán o británico pueda presentar sus ideas y ganar ¡un reloj de mujer y otro de hombre! ¡gratis!

Teniendo en cuenta que el que esto firma es actor y creativo publicitario, creo que definitivamente el mundo del marketing me está hablando claro: debo dejar las audiciones a un lado y pagar más de mil euros para salir de lejos en una película española pero claro, si en vez de mi sueldo percibo dos relojes mensuales como creativo ¿cómo pagaré mi papel?

1 comentario:

Aliencito dijo...

Pienso igual que tu, pero teniendo en cuenta que ahora los artistas que graban discos salen también de concursos televisivos donde tras tres meses ya están listos para ser mega-estrellas es normal que cada vez se tome más a cachondeo todo y se fribolice con profesiones que todo el mundo cree saber hacer. Ahora es con actores, pero en breve será con médicos, ingenieros, maestros... ¿Quieres tener una carrera? Manda tres envases de una marca de ladrilllos y podras obtener un título oficial de arquitecto para construir la próxima catedral de Sepulveda. ¿Para que estudiar? Viva la ludopatía promocional.